Un reportaje de gran premio.

UN REPORTAJE DE GRAN PREMIO

^{(Una colaboración de Miguel Sanz)}

¿El gran premio de Mónaco de F1? -Claro que no lo vi en vivo, imagínate el precio de la entrada viaje aparte, ni siquiera lo vi en directo por televisión; pero oí que fue tan interesante que he conseguido el vídeo en internet para verlo desde el principio hasta el final. De modo que he disfrutado una y otra vez de los momentos más espectaculares, he oído con atención las declaraciones de los protagonistas (traducidas of course). Y una de las cosas más logradas del reportaje es que de los momentos decisivos nos ofrecen dos, tres y hasta cuatro puntos de vista diferentes por medio de cámaras situadas estratégicamente, por no hablar de las que llevan instaladas los propios coches. En definitiva, que cualquiera de los millones de aficionados que no teníamos acceso al circuito, podemos disfrutar de todo lo sucedido de forma más que satisfactoria.

¡Lo mismo pasa con la Biblia!

Es la sorprendente "grabación documental" desde el principio de la humanidad de una carrera que aún no ha terminado...

Así, en la Biblia podemos "ver" lo sucedido en la historia desde la creación del mundo ya sea en tiempos de Matusalén, Salomón, etc., como si fuesen los momentos previos al gran evento, es decir la entrada en acción de Jesús...

Unas veces los planos que nos ofrece la Biblia son muy generales; otras nos obsequia con detalles en "alta resolución" y siempre con absoluta y a veces ofensiva objetividad. Incluso con repetición de jugadas y con varias versiones complementarias de los mismos acontecimientos, como si de varias cámaras se tratase. Y sin olvidarse de darnos las explicaciones necesarias.

Todo esto es evidente con la llegada del personaje estrella. Uno de los "reporteros" que registra los hechos parece que graba tirado en el asfalto, mientras un compañero suyo nos da su versión centrado en primerísimos planos de detalle, al tiempo que un tercero nos ofrece planos medios. Además, una cuarta cámara parece sobrevolar la situación para que podamos disfrutar de una visión completa.

Mencioné la objetivad bíblica, sí, pero hay que admitir que no se puede decir lo mismo de su imparcialidad. Todos los "realizadores" de la Biblia parecen estar deslumbrados con el número UNO. Nos describen sus acciones, nos detallan sus dichos, nos los comentan, nos los explican, se confiesan seguidores rendidos suyos y admiradores incondicionales... Pero ¿acaso podría ser de otra forma? Lo describen como campeón insuperable.

Y lo mejor de todo es que dicen que dijo VOLVERÉ [1]

Esto sí que no me lo pierdo. Ya tengo mi entrada, mejor dicho, mi invitación gratuita para verle en vivo y en directo, y aclamarle como el vencedor que es. Y desde luego no voy a estar solo allí, somos cada vez más los que aunque no le vimos en vivo, le hemos descubierto y lo disfrutamos cada día en la Biblia.

[1] "...yo volveré a veros y entonces vuestro corazón se llenará de alegría, de una alegría que nadie os podrá quitar" (Juan 16:22)