La Biblia desde el siglo XXI

Genoma en la Biblia (5).- La apertura mental como terapia.

30.12.2009 00:00

Invitación a renovar conceptos no extrañará a los lectores de la cuarta entrega. En cambio, sugerencia de sustituir fe por evidencias puede sorprender. ¡Quién lo diría! en una web que pretende promocionar la Biblia. ¡Calma! Todo persigue un buen fin y se aclara satisfactoriamente.


 

Para entrar en situación es preciso recordar lo que decíamos el final de la segunda entrega: Argumentaba que si la riqueza de Salmos 139:16 sólo se puede apreciar en toda su profundidad teniendo claro el moderno concepto de genoma, cabe la posibilidad de que también existan otros pasajes que leyéndolos con conceptos renovados ofrezcan nuevas perspectivas de interpretación. De ahí la necesidad de acercarse a la Biblia con “la mente abierta”…

• … sin prejuicios basados en conceptos mentales obsoletos, que empobrecen la interpretación y la relegan a épocas pasadas
• … y, también, sin el prejuicio tan extendido actualmente de que en ella sólo se hallan conceptos primitivos que la descalifican por anticuada y “mitológica”.

La cuarta entrega aclaraba las ideas de apertura mental y prejuicios. También explicaba cómo interpretamos nuestras experiencias en función de los conceptos que manejamos. Y cómo estos conceptos pueden o no evolucionar en función de lo que nos soliciten las nuevas experiencias y del nivel de cerrazón o apertura mental que tengamos a la hora de enfrentar esas nuevas experiencias.

Ahora solo queda tratar sobre nuestra responsabilidad para conservar la “mente adecuadamente abierta”. Esto nos permitirá obtener de la Biblia el máximo posible de la riqueza que contiene (y también de otros ámbitos de la vida, ¿porqué no?).

 

Mente... “... semper reformanda” [Nota 1]

La afirmación de que es preciso acercarse a la Biblia con “la mente abierta, sin prejuicios basados en conceptos mentales obsoletos que empobrecen la interpretación y la relegan a épocas pasadas” es algo “fuerte”, soy consciente de ello. Pero estoy convencido de que bastantes amigos de la Biblia encuentran conflicto entre sus creencias y muchos planteamientos científicos actuales porque leen la Biblia con mente de otra época y miran la ciencia con ojos de otras personas.

Como veremos más abajo, la eficacia de la propaganda de ciertos colectivos ha calado tanto, que hasta muchos cristianos se han convencido de que hay una clara oposición entre ciencia y Biblia. Así, pues, “se junta el hambre con la necesidad”: interpretación obsoleta de algunos pasajes bíblicos con información sesgada acerca de teorías científicas.

El convencimiento de la corrección de las propias interpretaciones no es malo, sino bueno y deseable. Lo cuestionable está en el “enrocamiento”, en la actitud inmovilista y dogmática. Esta actitud, es negativa por dos razones:

1º) Porque imposibilita el enriquecimiento propio al cerrar la mente a nuevas experiencias e informaciones.

Los amantes de la Biblia que mentalmente aún siguen en el siglo XVI y XVII debieran conservar toda la riqueza que produjo aquella época, SÍ. Pero también complementarla (...que no completarla. Completa ya lo estuvo; en su época) con todo lo que ha progresado la humanidad desde entonces. Conceptos como información, realidad, evolución, mundo, libertad, derecho, campo, tiempo, espacio, eternidad, etc., no abarcan el mismo contenido en una mente actual que el que abarcaban en una mente de hace varios siglos.

En la lectura de la Biblia no solo usamos los conceptos que emergen de las palabras escritas en ella, sino también aquellos que ayudan a entenderla e interpretarla lo mejor posible. Un buen ejemplo es el concepto de “trinidad”. La palabra “trinidad” no aparece en la Biblia, pero hay cantidad de pasajes que evocan ese concepto teológico cuando son leídos. Y es indudable que la mente de muchos cristianos encuentra más coherencia en la lectura de la Biblia cuando tienen claro dicho concepto.

Pues igualmente hay conceptos modernos que aplicados a la lectura de la Biblia la redescubren con vigencia renovada y actual; como es buen ejemplo el concepto de genoma, entre otros. De ahí la necesidad de mantener una actitud de apertura mental a fin de aprovechar todo lo que de bueno logre el progreso humano, como diría Pablo (1ª de Tesalonicenses 5:21).

2) Porque imposibilita el diálogo con personas de esquemas mentales diferentes.

Opino como Pablo [Nota 2]: Por más convencido que se esté de las propias creencias, tenemos que abrirnos mentalmente mediante un diálogo sincero a las personas que opinan diferente. Esta es la única forma de entablar un debate constructivo, pues la discrepancia de ideas se respeta, pero la cerrazón y el dogmatismo se aborrece y evita.

El miedo a abrirse en diálogo franco puede ser un síntoma de falta de seguridad en las propias convicciones. Cuando las convicciones que se mantienen están arraigadas en esquemas mentales coherentes y bien fundamentados, las consecuencias nunca son la cerrazón mental, sino justo lo contrario: la capacidad de entablar franco debate con cualquier interlocutor al margen de sus ideas [Nota 3].

Así, pues, demos aplicación al consejo de Pablo: retengamos toda la herencia conceptual que generaciones anteriores nos legaron, pero no renunciemos a complementarla con todo lo que de bueno se ha avanzado desde entonces.

 

¿Para que pensar, si me lo dan pensado?

Cuando insisto en la necesidad de acercarse a la Biblia con “la mente abiertas, sin el prejuicio de que en ella sólo se hallan conceptos primitivos que la descalifican por anticuada y mitológica”, estoy pensando en la actitud de los que sin conocerla la rechazan. Este es un colectivo que desafortunadamente está en auge, aunque más bien por inercia que por propia convicción: “es la moda”, “es lo progre”, ...  Es lo que abunda en los medios de comunicación.

¿Cuál es el origen de esta inercia antibíblica?

En pocas palabras: el activismo de los que en la cuarta entrega he designado como cientifistas dogmáticos [Nota 4].

Opino que entre estos cientifistas hay muchos ateos militantes que escudándose en argumentos “pseudos-científicos” realizan campañas activas de proselitismo anti-Dios y anti-Biblia. Mantienen la misma actitud que se daba entre los clérigos de hace siglos y que en algunas zonas también se da hoy día en ciertos grupos religiosos. Es el caso típico de la viga que no se llega a ver por la cercanía al propio ojo (Mateo 7:3) [Nota 5].

Su propaganda es en general bien aceptada porque se apropian del merecido prestigio que hoy día tiene la ciencia. En base a ella extrapolan conclusiones a campos de la realidad que por su propia naturaleza no pueden ser constreñidos a los límites de un laboratorio. Fundamentan sus argumentos en bases filosóficas tan indemostrables objetivamente como las de cualquier otro sistema ideológico o religioso. Pero lo cierto es que desde el positivismo del siglo XIX han conseguido un “aura” de objetividad tal, que ya nadie cuestiona los fundamentos sobre los que edifican su sistema materialista.

Pues bien, hasta tal punto ha tenido éxito esta propaganda anti-Dios y anti-Biblia que hoy día se acepta generalizadamente, “por fe”, que la Biblia es un libro obsoleto, lleno de mitos y más perjudicial que beneficioso.

Y sí, digo bien: por fe; pues la mayoría de los que así opinan nunca han leído la Biblia; y lo poco que conocen de ella es por referencias ajenas. ¡Esto es fe! ¿Qué es fe sino dar por sentadas afirmaciones no contrastadas personalmente, o como dice Hebreos 11:1 “… la convicción de lo que no se ve”.

Al menos en el caso de la Biblia es factible leerla personalmente, no es preciso poner fe en lo que cuenten otros. Juzga tú mismo: si quieres, deja a un lado las cosas de ella que sí exigen aplicar fe, pero comprueba el valor de aquellas otras que son referencias históricas y guías de conducta para el provecho y la felicidad en la vida cotidiana.

Para mi sería difícil aceptar “porque se ha oído repetidamente” que el grupo de libros que más ha influido en la construcción de la civilización occidental es un conjunto de mitos y falsedades. Hasta ahora la civilización occidental es la que ha logrado mayores cotas de justicia, felicidad y progreso. Incluso a pesar de que últimamente más bien se está degradando, que no mejorando (¿Será quizás esto último consecuencia de que se está alejando de los ricos principios que emanan de la Biblia?). Yo al menos intentaría asegurarme por mi mismo (en realidad eso fue lo que hice hace años).

Concluyendo, si te encuentras en este último grupo al que hago referencia, mi sugerencia es que abras la mente e investigues por ti mismo en las páginas de la Biblia. “Deja de aplicar fe” en lo que otros dicen y comprueba por ti mismo. Persiste un tiempo, no te defraudará.

... Y si te defrauda, envíame un mail, me gustaría conocer un caso así (dirección: contactar.con@biblicamente.org).

 

Para acceder a la primera entrega de esta serie pincha en el siguiente enlace: ~Siglo XI antes de Cristo: Primer antecedente del concepto de genoma humano.

 

NOTAS

[Nota 1]

"Ecclesia semper reformanda" es uno de los principios básicos de la Reforma Protestante, en particular en las enseñanzas del teólogo alemán Martín Lutero. Expresa la posición de que la Iglesia siempre tiene que seguir la reforma de sí misma.  El término también fue usado por los reformadores eclesiásticos de la Iglesia Católica Romana que se vieron envueltos en el espíritu del Vaticano II de la década de 1960. El empleo de este último aparece en una carta pastoral de 2009 por el obispo R. Walker Nickless, que alienta a una hermenéutica de la continuidad en la enseñanza católica y la práctica. (Traducción del artículo inglés en Wikipedia).

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[Nota 2]

Pablo tenía muy claro lo que creía y porqué lo creía. No en vano pasó muchos días recibiendo instrucción especial en algún sitio que ni él mismo supo donde era (2ª Cor 12:1-9). Y bien sabía que su misión consistía en transmitir ese legado y organizar las iglesias para que esa transmisión se perpetuara.
    Pero eso no entra en contradicción con el hecho de que su actitud a la hora de llevar el mensaje fuese dialogante. Prueba de ello está en 1ª Cor 9:20-22. En ese texto explica cómo se adaptaba a la idiosincrasia de diferentes colectivos a fin de convencerles partiendo desde sus propios “esquemas mentales”. De no conocer el pensamiento de las personas a las que se dirigía, ¿cómo podría hacerles entender lo novedoso del mensaje del evangelio?
    Ejemplos prácticos de esa actitud los podemos ver, por ejemplo, en Hechos 17:22-23 (hablando a gentiles a partir de sus creencias), en Hechos 13:16... (hablando a judíos a partir de sus creencias), en 1ª Cor 8:7-13 (exhortando para que los cristianos maduros mentalmente se atengan a las creencia de los cristianos menos instruidos a fin de no crearles problemas de conciencia).
    Así, pues, tenemos en Pablo un ejemplo tremendo de cómo es posible combina una capacidad intelectual soberbia con una actitud dialogante y segura en la relación con otras culturas de esquemas mentales muy diferentes al suyo.

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[Nota 3]

En un diálogo franco y abierto siempre se podrán despejar las diferencias originadas por cuestiones arguméntales o por divergencias entre las informaciones disponibles. Y en el caso de que las diferencias provengan de profundas discrepancias en la concepción de la realidad, quedará claro que las diferencias están más allá de lo que es posible constatar con pruebas o evidencia. Con esto al menos será evidente que incluso fuera de la religión las personas llegan al punto en el que ineludiblemente recurren a los “dogmas” indemostrables que más se adecuan a su propia ideología. (Esto, claro está, cuando hay buena disposición al dialogo sincero por parte de ambos interlocutores, que no siempre es así. En muchas ocasiones  lo único que se pretende es manipular descaradamente. Y otras en las que el diálogo sincero es imposible por que la cerrazón mental está en el otro interlocutor).

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[Nota 4]

Quiero aclarar que yo admiro a la comunidad científica. Incluso a muchos que son ateos. Sobre estos últimos, pienso que son honradamente consecuentes con sus “esquemas mentales”, aunque quizás debieran ampliar sus fuentes de información y plantearse preguntas más transcendentales que las inmediatas en torno a sus particulares ámbitos de trabajo. Respecto a los cientifistas, véase la definición de cientificismo de la RAE.

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[Nota 5]

He podido constatar la sorpresa de algunos al mostrarles que la RAE no reserva el término “dogmático” sólo para el ámbito religioso. O que el término “dogma” también es de aplicación en la ciencia.

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Para ir al inicio de este artículo pincha aquí.

Comentarios al artículo: Genoma en la Biblia (5).- La apertura mental como terapia.

Fecha 25.02.2010
Por Fran
Asunto apertura de mente

Lo lógico sería lo que dices promotor, el diálogo fructífero pero no siempre por desgracia, es así.
Te doy una alegría conmigo: me indicaste, sobre el trabajo que estaba haciendo, algunos aspectos a tener en cuenta, por ejemplo, los "culturales". Y sí , eso produjo una nueva visión , que no elimina la que tenía , de hecho la sigo manteniendo , pero sí da lugar a nuevas vías de investigación. Creo que es esto lo que creo que pretendes decir.
Por cierto, la Biblia de aburrida nada de nada. Puedes encontrar estudios de corte psicológico, sociológicos, geométricos, matemáticos, lingüísticos, etc , en fin, toda una MENTE viva y en continuo proceso de acción... increíble. Por si alguno no lo entiende...es un computador muy especial.

Fecha 26.02.2010
Por Promotor de BíblicaMente
Asunto Re: apertura de mente

Hola, Fran. Me alegra leer tu comentario. Y también que te aportaran utilidad las sugerencias. Y claro, de aburrida la Biblia nada. No hay obra que tenga más facetas que la Biblia. Cuando más la conoces, más luz te da, y cuando más luz tienes, mejor la conoces. Y además: cuando la Biblia te ha alumbrado, mejor entiendes la vida y la creación.

Fecha 27.02.2010
Por Fran
Asunto Re: Re: apertura de mente

Cuando lees en la Bilbia ,por ejemplo, las aguas de Mará, que eran amargas y
Yahvé le muestra a Moisés un madero que echó al agua amarga y esta se volvió dulce...(Ex 15 23-25)....psicología: la amargura con dulzura se cura
¡Genial!
¿por cierto, de qué madero habla? Premio para quien lo descubra.

Fecha 01.01.2010
Por Miguel
Asunto ¿Conversión contra inteligencia?

Me parecen muy pertinentes las últimas palabras. Eso de "que abras la mente e investigues por ti mismo en las páginas de la Biblia. “Deja de aplicar fe” en lo que otros dicen y comprueba por ti mismo. Persiste un tiempo, no te defraudará." Me parecen que, salvando las distancias, son casi salomónicas (Proverbios 4).
Una de las armas espirituales, tal vez la principal, que Pablo manejaba en su lucha permanente contra la estupidez, es decir contra la incredulidad, era la argumentación lógica. Por un lado derribando los absurdos, por otro cautivando el pensamiento de sus oyentes (2.Co 10:5).
Además, es el consejo que da a sus colaboradores, a Timoteo por ejemplo y, tal vez sea extensible a los que hoy día queramos parecernos en algo a él: Déjate de bobadas, enseña, corrige y... bueeeeno, al final hay que reconocerlo: es Dios quien da el arrepentimiento para CONOCER LA VERDAD (2.Timoteo 2:23-26). En dos palabras, uno hace lo que puede con toda su alma, y Dios es quien en definitiva nos abre la cabeza para entender, y el corazón para creer. Y a partir de ahí viene todo lo demás. ¿O no?

Fecha 02.01.2010
Por Promotor de BíblicaMente
Asunto Re: ¿Conversión contra inteligencia?

Estupendo, Miguel. Muy acertado tu comentario. Sería magnífico contar contigo como colaborador habitual en la redacción de artículos. ¡Anímate! Ya sabes: contactar.con@biblicamente.org

Fecha 01.01.2010
Por Adela
Asunto duda

No entiendo lo del cuadrito que sale en la palabra complementarla. ¿Si ya estaba completa porqué hay que completarla otra vez?

Fecha 02.01.2010
Por Promotor de BíblicaMente
Asunto Re: duda

Se refiere a la riqueza de conocimientos que produjo aquella época. Más en concreto, al conocimiento bíblico y teológico. Cada época tiene el máximo de conocimientos acumulados hasta ella. Pero la civilización continúa, y se añaden nuevos descubrimientos, nuevos planteamientos sociales, nuevos hábitos. Por desgracia, no siempre lo nuevo es “mejor”. Pero las más de las veces sí. Decía Jesús que es de sabios saber sacar lo nuevo o lo viejo del tesoro del conocimiento (Mat. 13:52). Y Pablo que hay que examinar todo y retened lo bueno” (1ª Tesalonicenses 5:21).
Aunque cada época está completa, según avanza el tiempo, se añaden cosas que normalmente la mejoran. Ejemplo: una biblioteca del siglo XIX completa para su época con todos los libros editados, un mobiliario excelente, sistema de búsqueda por fichas exhaustivo, etc. Hoy día seguiría siendo útil, pero lo lógico sería “complementarla” con las nuevas tecnologías: ordenadores, libros electrónicos, nuevos libros editados desde entonces, etc.
Igual pasa con el conocimiento bíblico y teológico. El de hace siglos estuvo completo, y hoy día sigue siendo válido y útil. Pero aún mejor si lo complementamos con el desarrollo conceptual que ha habido desde entonces.

Fecha 30.12.2009
Por Miguel
Asunto ¿Pablo dialogante?

Hola. Me ha gustado este último post sobre la apertura de la mente. Solo un pequeño pero: ¿Pablo dialogante? Hasta cierto punto. Se pasó media vida (o más), a la greña con los judaizantes. Fuese quien fuese, ni el mismísimo Pedro se libró de su condena.
Saludos

Fecha 31.12.2009
Por Promotor de BíblicaMente
Asunto Re: ¿Pablo dialogante?

Dialogante no significa transigente. Lee nota 3. Dialogar es oír al interlocutor, esforzarse por entenderle “desde sus esquemas mentales”, contrastar con los propios, sacar conclusiones (quizás en este punto sea preciso revisar nuestros esquemas mentales) y responder honradamente (no con el afán de ganar la discusión, sino con el de ver y alumbrar). Pablo tenía convicciones muy “arraigadas en esquemas mentales coherentes y bien fundamentados” (lee el párrafo sobre el que se añade la nota 3). Por eso podía ser muy dialogante, con cualquier ideología de su época; pero no para transigir, sino para dar luz. De haberle alguien cuestionado razonablemente sus esquemas mentales, creo que los habría revisado (De hecho esto fue lo que hizo cuando se encontró con Jesús camino a Damasco. Lee Gálata 1:23).

Fecha 31.12.2009
Por Miguel
Asunto DIALOGANCIAS

De acuerdo pues. Era dialogante (yo decía que "hasta cierto punto") pero intransigente. Me parece que absolutamente intransigente. Vamos, que no pasaba una. Y, además, usaba unas formas un tanto rudas; venía a decir más o menos "ojalá se la corten los que os incordian". Fino que era, pues no lo dijo así exactamente, o tal vez lo dijo pero no se traduce habitualmente así.
Saludos

Fecha 01.01.2010
Por Promotor de BíblicaMente
Asunto Re: DIALOGANCIAS

Hola, Miguel. Transigir, según la RAE, significa “Consentir en parte con lo que no se cree justo, razonable o verdadero, a fin de acabar con una diferencia.”. Ni Pablo ni nadie debiera transigir en cosas importantes y que estén bajo la propia responsabilidad. Este era el caso en la mayor parte de las situaciones de Pablo (apóstol y responsable de la formación de bastantes iglesias). En cambio, sí se mostró transigente en temas que no consideraba cruciales, como por ejemplo 2ª Cor. 8:8,10 (aconsejando, no mandando); o en 1ª Cor. 7:6 (concediendo [transigiendo]). Lo que si es cierto es que debía tener un carácter bastante fuerte, aunque quizás precisamente por eso fue escogido para su apostolado.

Fecha 01.01.2010
Por APM
Asunto La conversión de Pablo

Lo de Pablo camino a Damasco fue una conversión, una obra de Dios. Nada que ver con rollos de esquemas mentales.

Fecha 01.01.2010
Por Promotor de BíblicaMente
Asunto Re: La conversión de Pablo

Pues en lo que afecta a la mentalidad, ¿qué es una conversión sino el inicio de un cambio radical en los esquemas mentales del que se convierte? Sino, ¿porqué tuvo que estar Pablo en ese “tercer cielo” recibiendo visiones y revelaciones? (es decir: nueva información). Léelo en 2ª Corintios 12:1-5. Lee también Romanos 12:2 (¿que entiendes por “renovación del entendimiento”?). O también en Efesios 4:17-23 (¿qué entiendes por “renovación en el espíritu de la mente”?). Estos son ejemplos de cómo es conveniente aplicar conceptos “renovados” (actualizados al siglo XXI) a la hora de leer le Biblia.

 

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