“… estamos ante una guerra de ideas en la que yo soy un combatiente…” (Julio Anguita)

En una reciente entrevista, Julio Anguita se declaró como combatiente de la "guerra de ideas en la que estamos". Desde su "cosmovisión" se manifestó con lenguaje evocador de expresiones habituales en la Biblia. Esto me ha motivado a escribir las reflexiones que pueden leer a continuación. 

La frase evocadora.

Escuchando la entrevista a Julio Anguita el 14/11/09 en esradio.fm me llamó la atención esa expresión que titula el artículo. Pero no por novedosa, sino por su familiaridad. Lo novedoso para mí, y quizás por eso me llamó la atención, era oírla de boca de un líder comunista.

A Julio Anguita le considero el líder político más coherente y fiable de todos los que se pasean y se han paseado por la arena política de la reciente España democrática. Pero difícilmente me lo imagino leyendo la Biblia. Al menos que yo sepa, todos los movimientos de tendencias comunistas se mantienen alejados de la idea de Dios, de la Biblia y de cualquier cosa que huela a religión. Bien conocida es la frase de Marx: “La religión es el opio del pueblo”.

Y sin embargo, su frase me evocaba pasajes Bíblicos. Quizás el más evidente el de Efesios 6:12.

Guerra de ideas versus luchas espirituales.

Pero claro, en la Biblia no se habla de “guerra de ideas”. Es más, pocas veces aparece la palabra "idea". En la versión RV60 no aparece en el NT, y cuando aparece en el AT indica más bien intencionalidad. Nunca tiene el sentido de ideología o cosmovisión del mundo, sentido que le da Anguita, como aclara él mismo en la entrevista poco antes de la frase que sirve de titular. En cambio, en la Biblia sí vemos pasajes que nos hablan de guerras espirituales y de victorias sobre el maligno.

Claro está que yo no niego los aspectos sobrenaturales que emanan de las enseñanzas bíblicas. Pero he de reconocer que en mi experiencia diaria no me topo con entidades espirituales como los ángeles o los demonios. Más bien me topo con personas de carne y hueso que utilizan medios físicos para producir efectos espirituales. Me explico: Encuentro personas que forman grupos de influencia y de presión, que utilizando grandes medios de comunicación diseñan el ocio y modelan la información con el objetivo de dirigir la opinión y el comportamiento público, además del consumo. En este sentido son muy ilustrativas unas declaraciones de otro líder comunista, José María Fidalgo: “La opinión pública no surge de abajo; se cambia desde arriba".

¡Qué ilusos somos cuando creemos que actuamos, compramos o votamos libremente! Ya toqué este tema en un artículo hace meses.

También he tratado en un artículo reciente, el hecho de que interpretamos e interactuamos con la “realidad” que nos rodea en función de los esquemas mentales que nos son propios. Pues bien, yo creo que existe una denodada lucha por moldear los esquemas mentales de la generalidad de la población con el fin de ganar influencia; tanto política como comercial o social. Esta es la guerra de ideas a la que aluce Anguita.

Y aunque él, ni lo sepa, ni lo crea, ésta guerra sí tiene implicaciones espirituales. Porque las consecuencias en la vida espiritual y sobrenatural emergen de la realidad cotidiana de la vida física. Y es en esta vida cotidiana en la que nos comportamos conforme a los esquemas mentales que hayamos madurado nosotros mismos o que nos hayan inducido otros a través de los medios de comunicación o de cualquier otro sistema de influencia social.

Ejercicio de reflexión.

Ya se, más de uno se preguntará: ¿qué tendrán que ver las luchas espirituales con todo esto?

Pues yo creo que bastante. Incluso diría que mucho. No profundizo en ello, porque sino no acabo en varios días, pero te doy pistas para que tú mismo concluyas:

Respecto a al mencionado pasaje de Efesios 6:12, haz un esfuerzo de reflexión e imagina como redactaría Pablo si viviese en nuestro siglo y en nuestro contexto social.

Respecto a 1ª de Juan 2:13 y 14, cuando dice a padres y a hijos que han vencido al maligno, considera si es casual que Juan relacione la victoria sobre el maligno con el hecho de “conocer” al Padre y con la permanencia en la “palabra de Dios”. Y también más adelante, en 5:19 y 20, cuando establece la certeza de estar con Dios y no con el maligno en el hecho de que Jesús nos ha dado “entendimiento” para “conocer” al verdadero.

Considera también Romanos 12:2 y Efesios 4:17 a 23. ¿A qué apuntan los términos “entendimiento”, “renovación de la mente”, “vanidad de la mente”, “entendimiento entenebrecido”, “ignorancia!”, “aprender de cristo”, “oír a Cristo”, “ser enseñado por Cristo”, “verdad que está en Jesús”, “renovación en el espíritu de la mente”?

Además de que algunos de los términos tienen una actualidad innegable, yo también encuentro un marcado paralelismo con otros conceptos actuales como información, ideas, ideologías, forma de pensar, opinión, cosmovisión, paradigma, etc.

En la medida que el lenguaje utilizado esté alejado de la “jerga” moderna, más difícil será relacionar en las mentes propias y ajenas el mensaje de la Biblia con la realidad actual. Afortunadamente la expresión de Anguita tenía un "sabor" marcadamente bíblico, por lo que es fácilmente identificable en su intencionalidad (Atención: intencionalidad que respeto, al igual que él hace y manifiesta en la misma entrevista con relación a personas de otras ideologías).   Pero hay muchos más casos en que esta intencionalidad no es tan evidente y pasa desapercibida, actitud que también me evoca otros pasajes de la Biblia

A vueltas con la guerra de ideas.

Volviendo a la lucha de ideas: Sí, yo creo que hay intereses concretos para desprestigiar la Biblia y la cosmovisión que de ella emana. ¡Que más quisieran muchos que la inmensa mayoría de la población fuesen borregos sin criterios ni valores, pero fáciles de dirigir en el voto y el consumo desde los nuevos púlpitos: los medios de comunicación!

Y también creo, en sentido contrario, que los que apreciamos la Biblia debiéramos mostrar que ésta no solo es un libro religioso. Debiéramos insistir con lenguaje actualizado y conceptos renovados en que la Biblia es el cofre donde residen los criterios y valores que más libertad, felicidad y prosperidad pueden generar para individuos y sociedades. Y en ello estamos, desde BíblicaMente.org.

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