El Éxodo [15]: La estela de Merenptah

Continuando con el documental de Timothy P. Mahoney sobre las evidencias que sostienen la historicidad del Éxodo, llegamos hoy a las explicaciones que da David Rohl a Mahoney sobre el texto de una antigua plancha de granito escrita pocos años después del fallecimiento de Ramsés II.

Su contenido y la fecha de su escritura dan al traste con la hipótesis que mantienen muchos expertos sobre la fecha del Éxodo. Error de fecha que lastras sus análisis hasta el punto de ignorar las tantas evidencias que sostienen la historicidad del Éxodo. Y esto, simplemente, porque las dataciones de esos objetos arqueológicos no cuadran con “sus idea sobre la época del Éxodo”. Ni por asomo se les ocurre pensar que quizás “su idea de la época del Éxodo” es la que no cuadra con la realidad de los hechos soportados por el pueblo hebreo en Egipto.

La plancha en cuestión es la conocida como la “Estela de Merenptah”, aunque algunos expertos también la conocen como la “Estela de Israel”. Más adelante entenderemos porqué. Actualmente se encuentra en el museo de El Cairo. Lo que utiliza David Rohl en sus explicaciones es una réplica.

La estela se descubrió en la tumba de Merenptah, pero fue otro faraón el que la utilizó inicialmente:  Amenhotep III, también conocido como Amenofis III, décimo antecesor de Merenptah. Lo que hizo Merenptah fue reutilizarla escribiendo por el reverso, y es en este texto mandado esculpir por Merenptah donde se encuentra la clave que descarta a Merenptah y a su padre Ramsés II como posibles faraones del Éxodo.

La frase clave en la estela

La frase que descarta a Ramsés II como el faraón del Éxodo está hacia el final del texto, ...

y ésta es su traducción:

“Israel​ está derribado y yermo, no tiene semilla”.

La frase se encuentra dentro de una lista de naciones derrotadas por Merenptah (Libia, Hatti, Canaán, Ascalón, Gezer, Yanoam, Israel, Siria). Y es preciso indicar que la mención a Israel incluye la idea de colectividad, refiriéndose a un conjunto de personas organizadas, semejante al resto de naciones que son listadas como las derrotadas ante el poderío egipcio. La importancia de este detalle lo destaca David Rohl aclarándolo a Mahoney sobre el minuto 1:15:06. - “Tras Israel, vemos que hay dos figuras sedentes: una mujer y un hombre. Y más abajo tres incisiones, la forma de marcar el plural, lo que viene a decir que se trataba de la nación o el pueblo de Israel”. Y poco más adelante enfatiza: “No nos está hablando de una serie de tribus judías vagando perdidas por el desierto del Sinaí en la era errante de Moisés y Josué, sino de algo que parece tener una entidad política”.

El contexto histórico de la mención a Israel como nación

La sola frase poco indica en relación al momento histórico en el que se produjo el Éxodo israelita. Pero si se tiene en cuenta que fue escrita, por Merenptah, el hijo de Ramsés II, se percibe lo absurdo de la idea de que fuese el Ramsés II el faraón durante el cual se produjo el éxodo de los israelitas: Merenptah reinó durante sólo 10 años, y según los expertos, la campaña por tierras de Canaán, en la que derrotó a Israel, la realizó en el sexto año de su reinado.

Por otra parte, desde que los israelitas salieron de Egipto hasta que llegaron a Canaán pasaron 40 años. Y una vez que llegaron a Canaán, no les regalaron las tierras. Tuvieron que combatir con bastantes naciones hasta poder asentarse como nación con entidad propia.

Esta serie de años necesarios entre la salida de Egipto de los israelitas y su derrota como nación ante los ejércitos de Merenptah es lo que induce a David Rohl a destacar la Estela de Merenptah como pieza clave para descartar a Ramsés II como el Faraón del Éxodo, como otros expertos mantienen: “Para mí tiene una importancia capital, porque demuestra que ni Ramsés II ni Merenptah pueden ser los faraones del Éxodo de Moisés y Josué”. Idea que vuelve a recalcar el comentarista del documental: “La estela desmiente la idea de que Ramsés pudiera haber sido el Faraón del Éxodo, porque fue escrita poco después de su muerte. Y, además, reconoce que Israel ya existía en Canaán como una de las potencias más relevantes de la época. Algo que se tiene por imposible porque la Biblia dice que los israelitas emprendieron la conquista de Canaán hasta pasados 40 años desde el comienzo del Éxodo. Así que Ramsés no pudo haber sido el Faraón que dejó ir a los israelitas”.

“El trasfondo psicológico” del mensaje

Al margen de la cuestión de fechas hay otra razón por la que yo considero improbable que el faraón que padeció las plagas fuese el padre de Merenptah. Y es que me cuesta mucho creer que Merenptah le hubiese concedido el “estatus de nación digna de guerrear contra sus ejércitos” a la “panda de esclavos” que humilló a su padre en los inicios de su reinado.

De ser cierta la hipótesis de que Ramsés II fue el faraón del Éxodo, probablemente Merenptah no habría aún nacido cuando las plagas. Calculo su nacimiento unos 5 años tras las plagas. Pero no descarto que las consecuencias físicas y psicológicas de las plagas sí le hubiesen hecho mella hasta el punto de guardar rencor a esas gentes que tanto hizo sufrir a su pueblo y a su familia poco antes de su nacimiento. Es de suponer que no pocas veces habrían comentado en familia aquellas desgracias, “regenerando” en cada ocasión el odio hacia los ex-esclavos israelitas. En esta hipótesis, lo más probable es que ni siquiera hubiese mencionado a Israel en su estela.

En cambio, tras algunos cientos de años después de las plagas, la mente de Merenptah no tendría razón de estar contaminada de rencor hacia los esclavos fugados. Probablemente ni sabría del suceso, pues por aquel entonces no abundaban los libros de historia, como hoy día. Y sólo se recordaba a través de los siglos lo que se esculpía en las estelas y monumentos. Y ya se sabe, poco interés tuvieron los egipcios de dejar traza de sus derrotas y humillaciones.

Enlace al mencionado documental : "Patrones de evidencia: El Éxodo".