Teatro romano en la Jerusalén de Jesús

Algunas noticias sobre descubrimientos arqueológicos en las tierras bíblicas son verdaderos acontecimientos mediáticos por el fuerte soporte que dan a la historicidad de la Biblia, como gran cantidad de los descubrimientos realizados en la ciudad de David o en las cuevas de Qumrán. Pero otros que no alcanzan semejante magnitud al menos sirven para dar coherencia al relato bíblico confirmando e ilustrando la realidad de los escenarios donde se desenvolvieron las narraciones bíblicas.

Pues bien, esto es lo que aporta el último descubrimiento realizado por la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA).

Se trata de  un pequeño teatro al estilo de los romano. A unos 8 metros de profundidad en zona del Muro de las Lamentaciones, y bajo el único elemento que permanece del puente de acceso al Segundo Templo de Herodes, el Arco de Wilson; así llamado en honor a su descubridor: Charles William Wilson.

El descubrimiento fue una sorpresa para los arqueólogos, según comenta la experta Tahila Liberman: "El hallazgo fue una verdadera sorpresa. Cuando comenzamos la excavación nuestro objetivo era datar el arco de Wilson. No imaginé que nos abriría una ventana al misterio del teatro perdido de Jerusalén".

Aunque romano por el estilo, no lo es tanto por la grandiosidad, puesto que el aforo no va más allá de las 200 localidades. Este pequeño tamaño y el que su construcción esté bajo techo hacen pensar a los expertos que su vocación no era la de escenario para representaciones dramáticas, sino para audiciones. Tampoco se descarta que se construyese para sede del consejo de la ciudad.

Aunque no para los textos bíblicos, sí supone confirmación para otras referencias históricas que ya mencionaban la existencia un teatro cerca del Templo de Jerusalén, como los escritos del historiador Josefo.

Ya lo mencioné al principio: este descubrimiento no avala la veracidad de ningún pasaje concreto de la Biblia. Pero sí aporta una nueva y gran pieza arqueológica que permite seguir componiendo los escenarios donde se desarrollaron las historias relatadas en el Nuevo Testamento.

Esta nueva pieza del escenario está en perfecta coherencia con gran cantidad de pasaje donde se presenta el dominio y la influencia de la cultura romana en las tierras y época donde comenzó la expansión del Evangelio. Piénsese en la polémica por el tributo al César (Mateo 22:16-22), la sanación del criado de un centurión romano (Mateo 8:5-13), la necesidad de que la sentencia a Jesús fuese autorizada por el gobernador romano Poncio Pilato (Marcos 15:1-15), la conversión de un centurión romano tras la predicación de Pedro (Hechos 10:1-48), la comparecencia de Pablo ante el gobernador romano Félix (Hechos 23:23-35), etc.

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