‘El Proceso de Cristo’

‘El Proceso de Cristo’

De acuerdo con las leyes mexicanas, a Jesús se le violaron 96 garantías individuales, su litigio fue irregular y sólo duró 12 horas

( Por José Elías Romero Apis y Carlos Villa Roiz en https://impacto.mx )

Acusado de blasfemia contra la religión judía, vendido por quien se dijo su discípulo y expuesto a un juicio irregular en sólo 12 horas, Jesús de Nazaret encabezó el proceso penal más importante y famoso de la historia de la Humanidad.

En el tiempo en que fue condenado y crucificado, fue objeto de 96 violaciones a sus garantías individuales y delitos cometidos en su contra, de acuerdo con el análisis basado en la legislación mexicana actual, que el jurista José Elías Romero Apis (autor del libro ‘El Proceso de Cristo’) realizó del proceso en que se le juzgó.

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“Cuando comenzamos este estudio en forma de libro eran 90, y cuando lo terminamos eran 96, en esos años se adicionaron seis garantías individuales o salvaguardas procesales, y si algún día se hiciera una nueva edición a lo mejor serían hasta 150 las faltas, porque cada vez los mexicanos vamos agregando a nuestros catálogos de garantías y salvaguardas mejores derechos y más amplios espacios de protección”, señala.

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Los delitos cometidos contra Jesús acumularían una sentencia de más de mil años, pero si le restamos los 50 del homicidio, quedan como 970.
Asimismo agrega: “Según el análisis del libro, Jesús no fue responsable de algo, porque no quedó demostrado; conforme a la visión romana no fue culpable de nada; pero para la judía fue culpable de blasfemia, sin embargo, los judíos no tenían el poder para ejecutar una pena capital”.

Añade que los soldados que lo llevaron a crucificar son culpables desde una detención ilegal y hasta de homicidio, pasando por otros 52 delitos que fueron cometidos, incluyendo lo que en la actualidad se denomina ‘lavado’ de dinero, “porque el manto que le roban, las meten a la circulación a ponerlas a jugar al sortearlas, eso es delito. Incluso hubo hasta traición a la patria cometido por aquellos sacerdotes judíos que piden ayuda extranjera para castigarlo”.

Explica que en el tiempo de Cristo los gobernantes hacían lo que querían con sus gobernados; “el poder político era absoluto, los únicos límites que tenían eran fácticos, porque no podía hacer algo, no le daba tiempo, espacio o la fuerza, pero no había límite jurídico”, señala.

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El análisis señala como ‘persona destacable el apóstol Judas Iscariote, quien se dice entregó a su Maestro por 30 monedas de plata, para ser juzgado y crucificado”.

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No obstante, destaca que en las Sagradas Escrituras no queda clara su participación en el juicio, si estaba haciendo la acusación, si había sido utilizado como testigo ante la audiencia, o si sólo fue un testigo o informante de localización e identificación, ello tras delatarlo a través de un beso en la mejilla.

“Pareciera que ese episodio fue lo último que hizo, porque la policía judaica, que es la que realiza la aprehensión el Jueves Santo en Jetsemaní, va acompañada de Judas Iscariote y parece que el beso es la señal de velación”.

Para Romero Apis, durante el juicio Jesucristo responde de manera evasiva, incluso en una de las preguntas señala ‘tú lo has dicho’, lo que puede considerarse en términos legales su derecho a guardar silencio.

“Independientemente del aspecto divino, lo cierto es que tenía una idea clara de que está prejuzgado y condenado de antemano, es decir, antes de ser aprehendido y procesado, ya la sentencia de los hombres estaba dictada sobre él”.

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